Los rellenos dérmicos, también conocidos como «fillers» o simplemente «llena», son sustancias inyectables utilizadas para restaurar el volumen perdido en áreas del rostro, suavizar líneas profundas, y mejorar la forma de los labios, mejillas o mentón. Están compuestos principalmente de ácido hialurónico, una sustancia natural que se encuentra en la piel, y tienen un efecto inmediato en la mejora de la apariencia facial.

El procedimiento es mínimamente invasivo, con poco o ningún tiempo de recuperación. Los resultados pueden durar de seis meses a dos años, dependiendo del tipo de relleno utilizado y la zona tratada. Es una opción popular para lograr un rejuvenecimiento facial sin necesidad de cirugía, con resultados naturales y personalizados.